Cuídate de los camiones de basura
- David J. Pollay
- 12 jun 2017
- 2 Min. de lectura

¿Con qué frecuencia permites que las tonterías de otras personas cambien tu estado de ánimo? ¿Permites que otro conductor te haga enojar cuándo vas manejando, o un mesero grosero, un jefe cortante o un empleado insensible arruinen tu día? Es normal que estés molesto. Sin embargo, lo que distingue a una persona exitosa es lo rápido que puede enfocarse de nuevo en lo que realmente es importante. Hace 16 años que aprendí esta lección. La aprendí en el asiento trasero de un taxi en Nueva York. Me subí a un taxi y partimos para la estación "Grand Central". Íbamos en el carril derecho cuándo de repente un coche negro salió de un cajón de estacionamiento justo en frente de nosotros. El chofer frenó con fuerza, dio un patinazo, y por unos pocos centímetros evitó chocar con el otro carro. El conductor del otro coche, el que casi causó un accidente, volteó su cabeza y empezó a gritarnos con muchas palabrotas. El taxista solo sonrió y le saludo amable. Así que, yo le pregunte, "¿Por qué hizo eso?" Esa persona por poco destruye su auto y nos manda al hospital. Entonces el taxista me dijo lo que ahora llamo 'La Ley del Camión de Basura.' Muchas personas son como un camión de basura. Andan llenos de basura, llenos de frustración, enojo y decepción. Ya que se les va amontonando la basura, necesitan un lugar en donde puedan tirarla. Si se lo permites, te la echan a ti. Cuándo alguien quiere echar su basura sobre ti, no lo tomes en forma personal. Solo sonríes, saludas, deséales lo mejor, y sigue adelante. Estarás feliz de hacerlo.
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